
Las enfermedades cardiovasculares constituyen unas de las primeras causa
de muerte en el mundo. Más de la mitad de ellas son por muerte súbita cardíaca,
entendida esta como el fallecimiento natural, totalmente inesperado y muy
rápido, antes de que la víctima reciba atención hospitalaria y en personas que
no han tenido síntomas previos de enfermedad cardíaca.
En nuestro país, según datos de la Fundación
Cardiológica Argentina , la enfermedad cardiovascular es la
primera causa de muerte prevenible que deja un saldo de alrededor de 100.000
muertes anuales.
Según lo explicado por la concejal, citando a médicos “los primeros
minutos tras un paro cardiorrespiratorio, son vitales ya que por cada uno que
la víctima pasa sin recibir la atención adecuada a través de las maniobras de
resucitación cardiopulmonar (RCP) y de la desfibrilación automática externa, se
pierde el 10% de posibilidades de que sobreviva. En cambio, si se aplica RCP y
desfibrilación dentro de los primeros tres minutos, las posibilidades de
arribar con vida a un hospital se acercan al 60%.”.